Poco podía imaginar Gelasio I, papa de la iglesia católica allá por el siglo quinto, al declarar el 14 de Febrero el día de San Valentín, que siglos después sería celebrado por millones de personas como el día de los enamorados.

Otro año más y la misma cantinela  “Hoy es el día de los enamorados, con ansias y esperanzas de un querer, Por eso teniéndote a mi lado, tu amor en este día lograré…” cantaba Monna Bell en la película del mismo nombre de finales de los cincuenta.

Cada 14 de Febrero, grandes almacenes, restaurantes y medios de comunicación, nos recuerdan a cada instante, que tenemos que celebrar el amor, hoy toca amar y ser amado, y para ello nada mejor que regalar a nuestra pareja algo especial. Hay regalos para todos los gustos y bolsillos, “busque y elija”.

En los albores del enamoramiento, ese día es uno más de los momentos placenteros en los que nos fundimos con nuestra pareja en un abrazo y juntos subimos al séptimo cielo. Algunos llevados de un romanticismo feroz, eligen cualquier tipo de regalo, pero eso sí, en forma de corazón, como símbolo de total entrega a su amado.

Si te encuentras entre los felizmente enamorados ¡enhorabuena¡ disfruta de la ocasión, derrocha ternura y romanticismo, no está de más, cambiar la rutina del día a día, por unas horas extras de cariño con tu pareja, hasta puede resultar terapéutico. Déjate llevar, prepara una sorpresa, ponte tus mejores galas y demuéstrale a tu chico cuanto le quieres o dile a tu amada lo mucho que te gusta, lo importante que es para ti y lo feliz que eres a su lado.

Para los que están solos, ya sea por elección propia o por decisión de su anterior pareja, ese día es un recuerdo constante de lo que fue y no es, una molestia que le enfrenta a su soledad emocional, a su ruptura y desengaño.

Si ese fuera tu caso, ¿Qué haces?, puedes  mirar para otro lado, hacer oídos sordos o encerrarte en tu casa, aislado de cualquier comunicación externa, esperando que se acabe el día cuanto antes. ¿Y si también lo celebras?  Piensa en algo que te hace feliz, qué te hace vibrar, qué hace que olvides cualquier otra cosa y que el tiempo no importe, ¿De qué estás enamorado?, seguro que encuentras algo que verdaderamente te gusta.

Ahora ya lo tienes, regálate una sesión de eso que tanto te gusta o una caja llena de lo que te hace feliz o tal vez una estancia en ese lugar que adoras. Dedícatelo a ti, porque como decía Eric Fromm “El amor a sí mismo está inseparablemente ligado al amor a cualquier otro ser”. Así que, empieza a practicar, amándote, respetándote y regalándote algo que te guste.

¿Qué factores influyen en la elección de pareja? ¿Por qué elegimos a unos y no a otros?¿Qué buscamos? ¿Qué es lo que nos atrae cuando conocemos a alguien? Tal vez son sus virtudes, la belleza, su posición social, su solvencia económica…  Mi admirado Dr. Marín (psiquiatra y psicólogo) insiste en que las elecciones de pareja siempre son neuróticas.

Hay un refrán español que reza “los extremos se atraen” y en muchos casos, encontramos parejas  muy dispares, “mujer moderna y vanguardista con hombre tradicional incluso carca” u “hombre tímido, apocado y un tanto vulgar con mujer inteligente y extrovertida”.

Respecto a lo neurótico en la elección de pareja, algunos tienen la ilusión de que esa pareja solucionará sus conflictos y/o necesidades del pasado, cargando sobre el otro sus propias carencias. Otros siguen la máxima de “hacer lo que a ellos les hicieron y no hacer lo que a ellos tampoco les hicieron” por ejemplo, algunos no se sintieron amados por sus padres o parejas anteriores y son incapaces de amar a su nueva pareja.

Además, todos tenemos un patrón de la persona que nos gusta, tanto a nivel físico como de personalidad. Estos patrones se han ido formando desde niños en base a nuestra historia personal, creando un modelo del tipo de personas que nos gustan.

Hay otros factores que contribuyen a la elección, la familiaridad tiene mucho que ver en la elección, según estudios realizados por el neurobiólogo Keith Kendrick, además de asociarlo a sentimientos positivos hacemos una elección porque nos resulta familiar, rasgos de esa persona nos resultan conocidos.

Estés solo o en pareja, recuerda que “Hoy puede ser un gran día, plantéatelo así, aprovecharlo o que pase de largo depende en parte de ti. Dale el día libre a la experiencia para comenzar, y recíbelo como si fuera fiesta de guardar…” Joan Manuel Serrat.

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